De esa manera pasa sin ningún problema de una tradicional flauta a un "tubófono", peculiar objeto formado por tubos y creado por los chicos del taller. Cuando se aburre, toma la batería y cinco minutos después está sentada sobre un cajón.
A su corta edad maneja todos los instrumentos del taller sin problemas y después de dos horas no ha perdido la sonrisa ni se ha mostrado aburrida.
Lucía junto con otros catorce chicos de la asociación preparan el "Concierto de niños para NIños" pero asumen como grandes la responsabilidad que esto implica.